02-06-2013 (Fuente: La Nueva España)
El Langreo volvió a fracasar otra vez en un «play-off» de ascenso a Segunda B. Por séptima vez seguida en la última década los azulgranas caen eliminados a las primeras de cambio. La Mutilvera navarra se convertía ayer en el último verdugo de un conjunto azulgrana que, pese a gozar de más ocasiones que su rival en el cómputo global de la eliminatoria, pecó de falta de puntería y efectividad, y vio cómo su rival aprovechaba sus ocasiones al comienzo de cada período para superarlos.
Como sucedió en Ganzábal, el Langreo fue durante gran parte del partido superior a su rival, pero a diferencia de en la ida, le falló su solidez defensiva y su puntería. De nuevo gozaron de numerosas jugadas a balón parado, pero sin acierto. Hasta cinco saques de esquina consecutivos sin éxito en una primera parte en la que los azulgranas merecieron mucho más.
El lamento de esta derrota es aún mayor para un Langreo que tuvo en las botas de Villa en los instantes finales un gol que hubiera supuesto la clasificación. Sin embargo, el delantero volvió a estar desafortunado otra vez en la definición, como en la ida, y falló en el mano a mano.
La Mutilvera comenzó el partido sufriendo, aunque iba a aprovechar un córner al cuarto de hora para ponerse por delante en la eliminatoria tras el 0-0 de la ida. El Langreo no despejaba un balón en su área tras ese lanzamiento desde la esquina e Iñigo Gil firmaba con un zurdazo inapelable el primero de la tarde para los de Miguel González. Mala fortuna para el Langreo, que había tenido dos buenas aproximaciones, pero sin definición.
A pesar del gol de la Mutilvera, el dominio en la primera parte era de los visitantes, un Langreo que tocaba más y mejor aunque sin demasiada precisión en el último tercio del campo. A los 37 minutos se confirmó esa máxima que pocas veces falla en el fútbol. Marco, tras un pase largo, se plantaba solo delante del portero con muchísimo tiempo para pensar, pero perdonaba un gol claro en su intento de picar el balón por encima del cancerbero. A los pocos segundos, el saque del portero acababa en una falta al borde del área que Carly mandaba a la escuadra, clasificando momentáneamente a los visitantes con el 1-1 del descanso.
A pesar del empate, nadie llegó a saber cuál iba a ser el desarrollo del partido en esa tesitura tras el paso por vestuarios, ya que a los pocos segundos de la segunda parte Albisu de cabeza colaba por la escuadra un saque de esquina para volver a poner a los locales por delante. El Langreo intentó reaccionar metiendo más jugadores en ataque, pero tampoco le iba a servir de mucho ante una Mutilvera sólida que no sufrió en exceso. Controlaban los astures, pero les faltaba ese último pase para romper la sólida zaga de la Mutilvera.
En la última media hora los locales pudieron sentenciar con dos goles que el árbitro anuló por fuera de juego y con alguna llegada más ante un Langreo que lo intentó con más corazón que juego. Adelantaron sus líneas a por todas los langreanos, dejando muchos huecos atrás, pero el marcador ya no se movería más.
Victoria de una Mutilvera que estará el lunes en el bombo. Murió de pie el Langreo, luchando y dominando en el global del encuentro, pero sin pólvora. Y eso se paga muy caro. Como ayer.
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