13-04-2024 (Fuente: La Nueva España)
Hace un año, por estas fechas, Chus Ruiz y Ernesten Lavsamba se afanaban por mantener al Langreo en Segunda Federación. Una temporada después, luchan de nuevo juntos por el mismo objetivo pero en la Gimnástica de Torrelavega, que recibirá mañana (17.00 horas) en El Malecón al equipo asturiano.
Aunque solo permaneció un curso en Ganzábal, Chus, canterano del Oviedo, reconoce que el Langreo es el club que más le ha marcado. Buena culpa de ello la tiene Javi Vázquez. "Me dio la confianza que necesitaba –explica–. Lo estábamos pasando muy mal, estábamos en descenso, hasta que en invierno llegó Javi y lo cambió todo. Es un entrenador top. Aparte de lo táctico, sabe transmitir lo que quiere a los jugadores, y eso es clave para rendir al máximo". Chus no tiene dudas: "Conseguimos la salvación gracias a él (Javi)". La relación entrenador-jugador trascendió lo futbolístico. "Le tengo un cariño especial, siempre supo escucharme, es un ser humano impresionante", dice el mediapunta gimnástico.
Sin embargo, una vez abandonó el Langreo, las cosas no le están saliendo a Chus como esperaba. Después de anotar ocho goles y jugar su mejor fútbol en Ganzábal, varios clubes se interesaron en él. Uno de ellos fue el Vélez andaluz, de Segunda Federación. "Tenía las expectativas muy altas, era un equipo a priori muy profesional –relata–. Empecé jugándolo todo en pretemporada, pero llegó el primer partido de liga y el míster apostó por otro compañero (Gastón Valles, ahora en el Espanyol)". La escasez de minutos no fue ni mucho menos lo peor: en la que era su primera experiencia fuera de Asturias, Chus sufrió de impagos ("nos debían cuatro mensualidades"), lo que le llevó a hacer de nuevo las maletas en busca de un nuevo destino.
Y, en el mes de enero, apareció la Gimnástica. De nuevo un comienzo estimulante precediendo tiempos oscuros. "Empecé muy bien, jugando cuatro o cinco partidos muy buenos –cuenta Chus–. Pero entonces sufrí un pequeño bajón, sobre todo a nivel anímico. Se lo hice saber al míster (Fran Martín). Le dije que no estaba preparado para jugar". Chus lo verbaliza con franqueza: sufrió un problema de salud mental, motivado, expone, por cuestiones personales agravadas por la lejanía del hogar. "Muchas veces no sabemos decir basta y pedir ayuda", reconoce, al tiempo que celebra encontrarse ya mucho mejor ("estoy a tope para aportar") después de dos meses trabajando con un psicólogo.
La Gimnástica, que ocupa el puesto de play-out, precisa del concurso de Chus para salvar la categoría, así como el de Lavsamba, un viejo conocido de la afición del Langreo que jugó en Ganzábal durante cuatro cursos divididos en dos etapas (de 2018 a 2020 y de 2021 a 2023). Es por ello que, reconoce, el partido del domingo será "muy especial" para él: "Tengo recuerdos muy bonitos del Langreo".
En una situación mucho más favorable que la Gimnástica afronta el encuentro el Langreo. Con 43 puntos, los azulgranas son quintos, en puestos de play-off, y llegan en buena dinámica, sobre todo en lo que a partidos fuera de casa se refiere: los muchachos de Javi Vázquez cuentan por victoria sus dos últimos compromisos lejos de Ganzábal (0-1 contra Deportivo Fabril y Compostela). "Nos viene bien jugar fuera porque los rivales nos juegan de tú a tú; en los partidos en casa, últimamente, se nos encierran", explica el capitán Adrián Torre, perfectamente consciente de la dificultad que entraña la visita a un rival como la Gimnástica, que juega por la supervivencia. "Va a ser un partido muy disputado y bonito –pronostica–. En esta categoría, cualquiera puede ganarte, está todo muy igualado, y a estas alturas los equipos que están abajo son casi más difíciles de ganar por todo lo que se juegan".
Ante la urgencia de la Gimnástica, Torre llama a los suyos a ser "ambiciosos" para redondear una temporada con visos de ser histórica para el Langreo. "Sería muy especial jugar un play-off, sentir ese cosquilleo, ver al pueblo volcado… sería muy bonito", concluye el capitán.