28-05-2012 (Fuente: La Nueva España)
La puesta en escena era perfecta para la remontada. Gran entrada en Ganzábal, una afición volcada, mucho colorido azulgrana, once de gala sobre el césped y el recuerdo del último ascenso hace una década en la mente de todo el campo. Una ayuda que se presumía fundamental para voltear el resultado adverso de tierras mallorquinas, pero que al final jugó en contra del Langreo. Las tanganas, los parones y todos los elementos extradeportivos fueron los protagonistas del partido. Todo esto propició que la plantilla unionista jugase muy excitada y pasada de revoluciones. Así, el partido adquirió el tono que le convenía al Llosetense y que le daría al final del partido el pase a la siguiente ronda de la promoción por el ascenso a Segunda B.
El fútbol apenas visitó Ganzábal. Sin casi ocasiones serias de gol y con una tensión constante sobre el césped con continuas disputas entre los jugadores, el Llosetense aprovechó su primera llegada para marcar. En el minuto 17, en una falta botada por el cuadro balear, Isma anotaba de cabeza un gol que ponía el partido cuesta arriba a los langreanos. Cuesta arriba, pero no imposible, ya que aún quedaba un mundo por delante. Sin embargo, apenas un minuto después Asenjo perdió la cabeza. El veterano defensor azulgrana entró en la provocación de los baleares y agredió a un rival. Un nuevo obstáculo para una remontada que se ponía cada vez más difícil y que acabó prácticamente poniéndose imposible tres minutos después. En el 21, el Llosetense aprovechó el hueco que dejó libre el lateral zurdo azulgrana con su expulsión. Un buen pase entre líneas dejaba solo a Tolo Reus, tras ganar la espalda a Adrián, y batía a Calleja. Un mazazo para un equipo en inferioridad y sin frescura que le hizo jugar cuesta arriba durante gran parte del encuentro. Aun así, el Langreo pudo llegar al descanso con algún gol a su favor, pero un tanto anulado a Villa -al igual que en Mallorca- por un más que discutido fuera de juego y un claro penalti no pitado sobre Diego Arias hicieron que se llegase con el 0-2 al descanso.
En la segunda mitad el Langreo abusó en exceso del juego aéreo. Con un equipo roto y un partido trabado, la única opción era buscar balones largos a la espalda de la defensa mallorquina. Villa, uno de los hombres con más puntería durante la temporada, gozó de un par de ocasiones claras al inicio de este período. Sin embargo, en la primera fue egoísta y no apreció la llegada de Carly solo al segundo palo, mientras que en la segunda se topó de nuevo con Mingo.
A medida que pasaban los minutos, el conjunto unionista buscó la épica de la remontada con más corazón que cabeza. Llevaron el control y el peso del partido, pero sin mucho acierto en el último pase y sin puntería. Rubén Valdés, Carly y Matías se hartaron a desbordar, pero sin encontrar una solución final a la jugada. Fue entonces cuando Alonso, a falta de siete minutos, anotó el gol del honor. Un gran disparo de falta con su pierna zurda desde la frontal se coló en la escuadra izquierda de Mingo e hizo que el público de Ganzábal pudiera sonreír por un momento.
Una derrota muy dolorosa en un año en el que tenía muchas esperanzas depositadas en el ascenso. O, al menos, pasar la primera ronda. El sorteo sonrió a los unionistas al darles el partido de vuelta en casa, pero no lo supieron aprovechar. Un año más, y ya van diez, el Langreo seguirá en Tercera.
https://www.lne.es/deportes/2012/05/28/fracaso-caos-20885354.html