30-05-2011 (Fuente: La Nueva España)
Al Langreo se le hizo muy larga la prórroga y acabó sucumbiendo ante La Roda tras haber mantenido su portería a cero durante los 180 primeros minutos de la eliminatoria por el ascenso a Segunda B. Así, el sueño del Langreo se queda en la localidad albaceteña.
El Langreo se mostró en el Municipal de La Roda como un equipo muy bien trabajado, por lo que llevó a La Roda hasta el límite. Las ocasiones escasearon durante los 90 minutos reglamentarios. La salida en tromba del conjunto local no se produjo. De hecho, fue el Langreo el que empezó con algo más de confianza, sobre todo por su banda derecha, donde Carly se mostraba como un futbolista al que tener en cuenta. A los seis minutos de juego, uno de sus centros no encontró rematador, ni siquiera cuando la defensa rojilla no lo despejó con la suficiente contundencia. Poco después llegó la réplica local con un disparo muy desviado de Carlos Alfaro.
Estos primeros amagos dieron paso a media hora de auténtico sopor, durante la cual el Langreo cada vez perdía más interés por acercarse al área rival y La Roda carecía de la velocidad necesaria para desordenar la disciplina asturiana.
Todo pudo cambiar al inicio de la segunda parte, con un testarazo de Moreno en una falta lateral bien botada por Carlos Alfaro que obligó a lucirse a Calleja. Aun así, La Roda seguía sin activarse y se llevó un buen susto cuando Carly tuvo la mejor opción asturiana para marcar en una falta de entendimiento de la defensa local; pero su remate se marchó arriba.
Ya en la prórroga, se notó que el cansancio había hecho mella en un Langreo, que empezaba a fiar su destino a los penaltis a medida que transcurría el tiempo. Pero sus planes cambiaron con el 1-0 en una falta lateral que no despejó con contundencia ante la presencia de Moreno. El balón se quedó sin dueño en el área pequeña y entre una maraña de piernas, Megías tuvo la picardía de encontrar el gol.
El delantero aún pudo sentenciar poco después la eliminatoria, pero Calleja le ganó el mano a mano. Para entonces, la impotencia del Langreo ya era palpable y los piques en el campo se reproducían con frecuencia. En la segunda parte del tiempo extra, Megías cabeceó al larguero tras una gran acción por banda de Berni. Jesús aprovechó el rebote para dejar todo decidido entre la euforia rojilla y la decepción de un Langreo al que le faltó fuelle en la prórroga.
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