01-06-2014 (Fuente: El Comercio)
El pulso que Haro y Langreo mantienen por lograr el pase a la tercer y última ronda de la fase de ascenso se tensa lo indecible. Tanto como el choque de ida que se disputó ayer en la localidad riojana y que se decidió en dos tomas cinematográficas que obligan a revisarse en alta definición. La eliminatoria queda en el aire. Especialmente a la vista del desarrollo del partido que demostró mayor igualdad de fuerzas entre los dos equipos, casi con victoria a los puntos del cuadro de Pablo Lago. No hay nada escrito. Si acaso los primeros párrafos de una historia que se completará en la cuenca minera el próximo domingo.
Es la brasa de lo que sucedió ayer en la capital del Rioja. El Langreo se cuadró sobre el municipal jarrero y sacudió a la tropa local, que se esperaba a un equipo de mentalidad defensiva, agazapada en su terreno a la busca de un espacio que condujese por la vía más rápida al marco local. ¿Contención? El conjunto del Principado plantó las tiendas de su ejército en la línea divisoria, donde se movía la línea de cinco de su retaguardia, y trató de sorprender con tres centros labrados en la medular. Pudo hacerlo a los cuatro minutos, tras un servicio un servicio que llegó diáfano a Nacho Calvillo, sin que el mediopunta acertase a conectar con la testa, libre de marca. El Haro respondió, curioso, a la contra, con un servicio en profundidad de Txejo desde el carril derecho a la cabeza de Ander que peinó para que Óscar ganase ángulo sobre la frontal y rematase cruzado, rozando la cepa del palo izquierdo de la meta defendida por Guillermo a los doce minutos.
Cambio de roles en un partido que acabó equilibrándose, al bajar la intensidad física del conjunto visitante, y rearmarse los locales que acabaron aceptando una lucha cuerpo a cuerpo por el control de cada metro cuadrado de terreno, sin darse cuenta de que esa propuesta beneficiaba ostensiblemente a su rival. Seadvertía, eso sí, poca coherencia en los movimientos de la bola, pero mucha intensidad. Y el escenario favorecía, sin lugar a dudas al Langreo que dio un zarpazo que podría haber resultado decisivo cuatro minutos después de reanudarse el juego.
Javi Pérez pifió en una salida por alto, el balón atropellado en el área topó claramente en la mano de Mikel y el colegiado señaló un penalti que se encargó de ejecutar Chus ante un meta obligado a reconciliarse con la afición y consigo mismo. Bailó sobre la cal, le marcó la dirección al delantero asturiano que ajustó el disparo perol acertó a extender su brazo hasta el infinito para topar con las yemas de los guantes y desviar el cuero al pelo que lo repelió para ceder, aliviada. La defensa córner.
La vuelta en el reparto de fuerzas se produjo al salir al terreno de juego, una vez más, Suárez que amagó en dos operaciones previas, una de ella en jugada a saque de esquina, y se sacó después de la chistera un servicio al área que aprovechó Breixo para girar en redondo y largar con la izquierda al fondo de las redes. El partido, que en términos estratégicos parecía favorecer al Langreo, se condenó de un plumazo en esa jugada. Pero aún queda mucha cuerda en este relato. La vuelta decide todo el próximo domingo.
https://www.elcomercio.es/deportes/futbol/201406/02/langreo-perdona-paga-20140602001451.html