09-12-2014 (Fuente: El Comercio)
«Queremos salir del campo durante los descansos y no nos dejan». Es la queja que plantean un gran número de seguidores del Unión Popular de Langreo. El asunto surgió cuando, esta temporada, en el descanso de los partidos, se encontraron con las puertas cerradas, por indicación de los responsables del club, lo que imposibilitaba que pudieran salir a hacer alguna consumición o alguna compra rápida, antes del inicio de la segunda parte.
Y es que el ascenso a Segunda B, logrado en la temporada pasada, tiene sus inconvenientes. Y, entre ellos, figura con palabras mayores el de la seguridad del campo, máxime tras los últimos acontecimientos ocurridos en Madrid. De hecho, ese y no otro es el argumento de la junta directiva del club para justificar la medida.
Y es que estas salidas fomentaban en algunos usuarios la ingesta de bebidas alcohólicas de alta graduación, que no se pueden adquirir dentro del campo, por la prohibición de venta de alcohol en recintos deportivos.
Mientras, pese a las quejas, el club continuará aplicando el cierre durante toda la temporada, por entender que contribuye a aumentar la seguridad de todos los espectadores asistentes.
En el exterior quedan una sidrería, una vinoteca y una tienda de chucherías que eran el destino de muchos de los seguidores del Langreo durante el descanso.
Los responsables de estos negocios entienden la actual situación y, como seguidores del club, la admiten, pero al mismo tiempo reconocen que la medida les ha restado clientes. Entretanto, arrecian las quejas de algunos que, además, critican la deficiente atención en la cantina del campo, donde «hay muchos aficionados y los encargados de la barra no tienen tiempo de atendernos a todos».